Os dejo con la letra de una canción de: día sexto ft Alejandra Saiz -tiempos de cambio lll,(acto v), a mi me personalmente me encanta todo lo que dice, y como lo dice; espero que os guste::D:D
Iba a contar algo mejor que estas palabras
porque leyendo otras me ha venido alguien a la mente.
La mente el lugar donde cada día sucede una vida paralela.
La gente se empeña en querer creer,
en querer crear, querer querer, querer bailar,
quererte bien, quererte aquí a ti así sin fin,
en querer a fin de cuentas….
El mundo está tan ciego que a día de hoy
alguien que ha tenido la desgracia de no ver desde el principio,
tiene la suerte de saber mirar con más claridad que el resto.
El mundo sigue loco ahí afuera.
La gente con sus planes, con su tiempo contado,
cruzando las calles con sus complejos infundados
por una sociedad inestable, patéticamente inconformista,
a sus smartphones pegados, queriendo reír,
haciendo creer que la vida es eso que están haciendo en este mismo momento,
saliendo de aquí, de cuatro paredes que ahora agobian pero ayer fueron hogar.
De nuevo un sin fin.
El mundo sigue loco aquí dentro.
Mi gente con sus planes, con su tiempo contado,
descruzando las calles, con sus complejos – que son míos –
infundados por una sociedad inestable, patéticamente inconformista,
a los smartphones pegados, queriendo reír,
pero eso sí, sin hacer creer que la vida es esto que estamos haciendo en este mismo momento.
Queremos salir de aquí. Estas cuatro paredes han agobiado siempre,
pero nos taparon los ojos y creímos que la oscuridad era nuestro hogar.
Se acabó el sin fin.
Se acabó el vivir por vivir.
Se acabó el decir que ya queda menos para mañana
porque lo que estoy haciendo hoy no me llena.
Se acabó el cohibir la libertad.
Se acabaron los compromisos con amores que creen en él para toda la vida,
pero qué vida, decidme, qué vida, si cumplir años es morir.
Se acabó el llegar pronto a casa porque mañana tenemos que madrugar.
A la mierda la universidad a la mierda la beca, a la mierda la tienda, a la mierda el quedar por quedar, a la mierda la noche, a la mierda el día, a la mierda estimular la mente para impresionar a un cuerpo inerte, a la mierda el libro, a la mierda los años, a la mierda la vida.
Tic tac. Tic tac. Tic tac. Tic tac. Tic tac. Tic tac.
¿Te imaginas?
¿Te imaginas dejar tu vida en un segundo?
¿Te imaginas estar recordando esa pérdida todos los segundos que vendrán después de decir adiós a tu rutina?
¿Te imaginas?
¿Todavía tienes la capacidad de imaginar? Entonces todavía tienes la mente viva.
Aprovecha ahora que estás leyendo esto y abre los ojos, no es conveniente que duermas. El mundo está tan loco ahí afuera que no van a dudar en hacerte creer que sigues despierta.
Me sale tan caro ser siempre sincero,
que a veces me miento, busco el aislamiento
en esta realidad que desborda la ficción,
en esta dualidad que no admite una tercera opción.
Que sí, que no, que bueno, es que quizás,
veo la bondad con extrema facilidad
y eso es un riesgo, una herramienta,
la calma que precede la tormenta, las nubes de hostilidad.
Me pregunto por donde andarás, a quien ladrarás,
quizás, para pedirle comida aunque sé
que nadie me entendia como tu mirada,
que esta tierra te sea liviana, pronto te veré.
Pronto deberé partir, me estremeceré y así
podré guardar alguna canción nueva para ti.
Tú que llegaste para ser mi atril
en esta oscura sinfonía que empezó en un mes de abril.
Te imagino entre flores de liria, allá en tu oniria,
entre cabalgatas de valquirias nibelungos,
si ves a Wagner dile que le extraño mucho
que aún quedan algunos que apreciamos este mundo.
Que el truco está en seguir soñando cada día
y cuando estés vacío llenarte de melodias.
¿Quién diría que este solitario mudo
acabaria desvelando lo que del silencio obtuvo?
Ay si mis lágrimas te vieran,
si las águilas supieran las voces que el viento lleva,
si se abrieran las montañas y los mares,
si coquetearan las reinas con los juglares.
Si olvidases el perfume que estornudan las flores
de madrugada cuando no las oyes,
recuerda que siempre brotará algún tallo nuevo
y que en este mundo efímero, ¡seremos eternos!
De Aragon